carmen
labaki

Mensaje Personal

Una Mensaje de Carmen

Profundamente dedicada a todo lo que es bello en el hombre y en la naturaleza, yo siempre fui, hasta donde me acuerdo, una amante confirmada del perfeccionamiento, a la búsqueda constante de aquellos ingredientes mágicos que producen la combinación perfecta: una persona que aprecia la vida al máximo. Me volví una coleccionadora indomable de fotos y artículos enseñando personas, lugares y logros. ¡Ahora me toca, con la ayuda de mi cámara, traer al mundo a mi prospecto!

Natación, tenis y yoga son privilegios que me concedo para que mi cuerpo y mente, estén en harmonía ante los desafíos y las dificultades. En 1993, durante mi residencia en Paris, descubrí el encanto de amoldar alfarería y aún me dedico a ese placer creativo. Toco piano desde los ocho años de edad y el haber sido una escultista en la adolescencia, sin dudas agrega valores a lo que soy hoy.

Nací en Líbano, viví en Brasil (San Pablo) y en Francia (París) y viajo constantemente entre esos países. Estoy casada con un odontólogo armenio-libanés que vive en Boston; los EE.UU y Armenia, son otros dos destinos que se deben añadir a mi libro de direcciones y a mi pasaporte. Como tengo dos nacionalidades, la libanesa y la brasileña, no he dejado de hacer paseos entre las aficiones, los trabajos, los países y las opciones, aspirando siempre a nuevos horizontes.

Mi búsqueda de la felicidad y de la perfección me han llevado a descubrir que la serenidad interna, la actitud positiva y la fe en los poderes interiores y exteriores pueden mostrar la vida en sus formas más bellas y sus colores más resplandecientes. Esos factores permiten asimismo desafiar lo que uno antes creía que era imposible. Estoy segura de ello: ¡Me ha ocurrido a mí! ¡Con una cámara! ¡Y una visión!

Mi búsqueda todavía no ha terminado. En realidad, busco incansablemente la felicidad y la paz interior. Esta búsqueda se ha fortalecido y profundizado con el nacimiento de mi hijo y de mi hija que me llevan con ellos en un mundo de descubrimientos. Con ellos, el mundo se ha iluminado con más colores vivos.